:06:03
- El Sr. Cornelius Cobb y el Sr. Anderson.
- Mucho gusto.
:06:07
Por favor, caballeros,
pónganse cómodos.
:06:09
Gracias.
:06:11
Gracias.
:06:14
Mi nueva boquilla.
Llevo dos semanas esperándola.
:06:18
Me las estropean los chavales.
Las usan para disparar alubias.
:06:23
- ¿En qué puedo servirles?
- ¿Se quedan a comer?
:06:26
- Me gustaría hacerle unas preguntas.
- Adelante.
:06:29
- ¿Es usted hijo de Joseph y Mary Deeds?
- Sí.
:06:31
- ¿Están vivos sus padres?
- No.
:06:33
Sr. Deeds, ¿le dice algo el nombre
de Martin W. Semple?
:06:37
No mucho. Creo que es un tío mío.
:06:39
Nunca lo he visto.
Mi madre se apellidaba Semple.
:06:42
Pues ha fallecido.
Murió en un accidente de tráfico en Italia.
:06:45
¿De veras? Vaya una desgracia.
:06:48
- Si puedo hacer algo...
- Tengo buenas noticias para usted.
:06:53
El Sr. Semple ha dejado una gran fortuna
y se la ha legado toda a usted.
:06:57
Descontando los impuestos,
:06:59
asciende a unos 20 millones de dólares.
:07:04
¿Y la comida?
¿Se quedarán los caballeros?
:07:06
Por supuesto.
:07:07
Hace una tarta de naranja
con esa cosa tan espesa por encima.
:07:11
Claro. No se irán a comer al hotel.
:07:17
Me parece que no ha entendido
lo que le he dicho.
:07:20
La fortuna del Sr. Semple es suya:
20 millones de dólares.
:07:24
Le he oído perfectamente.
20 millones es mucho dinero.
:07:27
- Es un buen pellizco.
- Ya lo creo.
:07:30
Me pregunto por qué me lo habrá dejado.
No me hace falta.
:07:47
El Sr. Cobb era periodista.
:07:49
Trabajó para su tío muchos años
como "protector".
:07:52
¿"Protector"?
:07:54
Sí, era como un felpudo especial.
:07:57
Los ricos necesitan mantenerse alejados
de la multitud y de la prensa.