:53:02
- ¿Yo?
- Usted o el que sea.
:53:05
No hay nada que hacer.
:53:08
No puedo inmiscuirme en un asunto
del Tribunal Supremo del condado.
:53:13
Así que esconde la cabeza.
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Joseph, no lo entiende.
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Entiendo que se ríe de la justicia
que apoyo y le guiña un ojo a la otra.
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¿Cuál es la que practica usted?
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Me niego a discutir más
sobre la filosofía del derecho.
:53:31
Bien, dejémoslo.
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Joseph, perdone.
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No es que no respete su inteligencia.
:53:41
- Pero ahora está de vacaciones.
- Exacto. He sido un poco brusco.
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- No se preocupe.
- Vamos a ver. Mi rey está en jaque.
:53:52
A propósito, Joseph, me alegra mucho
su presencia en esta casa.
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También es un placer tenerle a usted.
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Gracias, Joseph.
:54:11
Han olfateado a Dilg.
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Ya avisarán cuando esté acorralado.
Nunca fallan.
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No te puedes imaginar, Sam,
lo bien que se llevan esos dos.
:54:24
- Tal vez se esté descongelando.
- Puede.
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Ese profesor tiene una mente de acero.
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A veces parece un niño pequeño.
Me dan ganas de darle un beso.
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- No es mala idea.
- No vuelvas a hacer eso.
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- ¿Qué hace aquí fuera?
- Un hombre activo necesita estirarse.
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Es natural que te apetezca besarle.
Es estupendo.
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- Quería decir que...
- Claro.
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Y las miradas que te echa... Si algo
se descongela, todo es posible.
:54:54
Leopold, deja de decir tonterías.
Su criado está a punto de llegar.