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Se Io aseguro. El encargado
de accesorios dice que es imposible
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que un ser humano
haya tocado la bebida.
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Inspector, ¿a qué espera?
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Exijo que arreste a Anatole Garron.
Sabe que ha sido éI.
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Yo no sé nada semejante, madame.
Soy policía, no un adivino.
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Mi deber es reunir pruebas,
sin prejuicios.
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¿No tiene suficientes?
Todos saben...
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Madame.
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Siéntese, por favor.
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M. Garron, usted pudo haber puesto
la droga en la copa de Mme. Biancarolli.
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Desde luego, inspector.
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Todos pudimos hacerlo.
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- Es pues una cuestión de motivación.
- El motivo es muy sencillo.
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Quería deshacerse de mí
para darle una oportunidad a esa...
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- ¿Se refiere a MIle. DuBois?
- Sí.
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Usted Io ha oído, M. Garron.
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Madame tiene buena voz,
y es muy explícita.
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¿Tiene algo que decir, monsieur?
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Niego la acusación de madame.
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¿Niega, monsieur, que tuviera
algún motivo para drogar a madame?
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Niego haberla drogado.
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No comprendo por qué es tan reacio
a arrestarlo, inspector.
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- No es usted un magistrado.
- ¿Puede demostrar
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que M. Garron tenía un motivo,
y que éste era MIle. DuBois?
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- Cualquiera con vista diría...
- Los rumores no son pruebas.
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Hablaré con sus superiores, Daubert.
Tengo influencia en la Sûreté.
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Hoy me han drogado
y casi pierdo la vida.