:11:01
Setenta kilómetros por hora.
:11:03
-¿Y a cuál iba, agente?
-Yo diría que a noventa.
:11:06
Pues baje de su moto y
póngame una multa.
:11:08
-Que le sirva de advertencia.
-¿Y si no resulta?
:11:12
La daré con la regla en los
nudillos.
:11:14
¿Y si lloro y me apoyo
sobre su hombro?
:11:17
¿Por qué no se apoya en
el de mi esposo?
:11:21
Punto final.
:11:26
-Mañana a las ocho y media.
-En eso quedamos.
:11:30
-¿Estará usted?
-Creo que sí. Como de costumbre.
:11:32
¿La misma silla, el mismo
perfume, la misma pulsera?
:11:35
-No sé a qué se refiere.
-Lo tiene bastante claro.
:11:43
Hacía calor. Recuerdo el perfume
de las flores en la calle.
:11:48
No imaginaba que un asesinato
oliera a madreselva.
:11:52
Quizá tú sí, Keyes cuando
mencionó lo del seguro...
:11:55
...pero yo no. Estaba feliz.
:11:59
Regresé a la oficina a
recoger el correo.
:12:02
Tú estabas con el asunto del
camionero de Ingerburgh.
:12:06
¿Recuerdas, Keyes?
:12:08
Señor Neff, el señor Keyes
desea verle.
:12:10
-Le anda buscando toda la tarde.
-¿Es importante o es un capricho?
:12:13
Deje esto por ahí.
:12:20
-Hola, Walter.
-Hola, John.
:12:23
Vamos, vamos, Gorlopich,
no me venga con cuentos.
:12:26
Se ha metido en un buen lío.
:12:28
Según su versión.
Quiero mi dinero.
:12:30
Por supuesto. Pídaselo
a la policía.
:12:32
Hola, Walter, es Arl Gorlopich
de Ingerburgh.
:12:35
Le conozco. Tiene una póliza
para su camión.
:12:38
¿Qué tal señor Gorlopich?
:12:40
No muy bien. Mi camión
se incendió.
:12:42
Ya. Mire, señor Gorlopich,...
:12:44
...a esta mesa llegan cientos
de reclamaciones.
:12:46
Las que son falsas, las
reconozco inmediatamente.
:12:49
¿Que cómo es posible?
Me lo dice mi enanito.
:12:53
¿Qué enanito?
:12:54
El que llevo aquí dentro.
:12:56
Cada vez que veo una,
se me cierra el estómago.
:12:59
No puedo comer.