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¡No pienso quedarme
un minuto más en esta casa!
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Todos los días atropellan a alguien.
¿Por qué no le pasará al tío Elwood?
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Myrtle Mae Simmons,
¿no te da vergüenza?
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Aunque la gente le considere extraño,
sigue siendo mi hermano pequeño.
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Y esto no ha sido culpa suya.
- ¿De quién entonces?
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Le diremos a la cocinera que sirva.
Ven y ayúdame,
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no tenemos mucho tiempo.
- Si no es culpa suya,
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¿de quién? - Sé quién tiene la culpa,
querida, pero no te lo voy a decir.
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¡No me lo vas a decir!
- ¡Elvira!
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Elvira, ya puede traer las cosas.
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¿Por qué no podemos vivir
como los demás? - Tengo que recordarte
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que tu tío no vive con nosotras,
sino nosotras con él.
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Y con su amigo. - ¡Prometiste...!
- Su amigo Harvey.
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¡Has dicho ese nombre! ¡Prometiste
que no lo harías y lo has hecho!
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Madre, ¿por qué le dejó la abuela
todos sus bienes al tío Elwood?
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Porque murió en sus brazos, supongo.
Esas cosas conmueven a la gente.
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¡Siempre dices esa tontería! ¿Acaso
pudo hacer testamento una vez muerta?
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¡No seas sabihonda!
No es propio de una señorita.
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¡Y los hombres lo detestan!
- ¡Como si fuera a conseguir uno!
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Pero Myrtle, esta fiesta
la hacemos solamente para que...
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te introduzcas en sociedad y conozcas
a un buen joven. - ¿Y para qué?
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"Myrtle Mae Simmons... su tío
Elwood P. Dowd es el mayor...
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... chiflado de la ciudad."
¿Quién me va a querer a mí?
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¡Dh, querida, eres tan dulce
y tienes tanto que ofrecer!