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¿ Qué pasa contigo?
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¿No puede uno emborracharse?
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¿No puede uno hacer lo que quiera?
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¿No puede meter sus tristes manos
en sus tristes bolsillos en una triste calle?
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¿Hay que huir toda la vida?
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Estoy cansado. No soy un criminal.
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¡No soy un cobarde!
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Colega, mira...
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Ponte la ropa.
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-¿Me esperas? Buscaré un taxi.
-Sí, claro.
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-¿Me esperas?
-Busca un taxi.
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¡Eh, policías militares!
¡Venid a por mí, tíos!
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¡Aquí estoy!
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¿Es lo mejor que sabéis hacer?
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¡Seguro que desayunáis cereales!
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¿Se sabe algo del consejo de guerra?
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Lo están celebrando.
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Irá a la prisión, seguro.
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Quizá no.
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Sólo se emborrachó.
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Es la naturaleza del soldado.
Casi un deber sagrado, de vez en cuando.
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Pero se ausentó sin permiso.
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¿ Qué hacéis todos aquí?
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Estamos descansando.
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¿No tienes trabajo?
A lo mejor te encuentro algo que hacer.
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Ve a jugar al billar.
En cuanto se sepa algo, te avisaré.
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Compañía G, al habla
el primer sargento Warden. Sí, señor.
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Sí, señor. Me ocuparé de sus cosas.