1:30:01
Porcia ha muerto.
1:30:06
¡Porcia!
1:30:09
Sí, ha muerto.
1:30:13
¿Y cómo no me mataste
al contrariarte de esa manera?
1:30:16
¡Qué dolor y pérdida irreparable!
1:30:19
¿Cómo fue?
1:30:23
Impaciente por mi ausencia,
1:30:27
y sabiendo que Octavio y Antonio
se habían hecho tan fuertes,
1:30:31
noticias que me llegaron
con las de su muerte,
1:30:35
perdió la razón
y en ausencia de sus acompa?antes,
1:30:37
tragó ascuas encendidas.
1:30:41
- ¿Y así murió?
- Así murió.
1:30:44
¡Dioses inmortales!
1:30:47
No hablemos más de ella.
1:31:09
Con esto entierro mi enojo, Casio.
1:31:12
Mi corazón desea este noble brindis.
1:31:21
Pasa, Lucilio.
1:31:23
Bienvenido, Mesala.
1:31:27
Ahora sentémonos y examinemos
nuestra situación y necesidades.
1:31:32
- Porcia, nos has dejado.
- Basta, te lo suplico.
1:31:34
He recibido noticias
1:31:37
de que Octavio y Antonio
avanzan con fuerza hacia nosotros
1:31:40
dirigiendo su expedición
hacia Filipos.
1:31:44
- Eso dicen mis cartas.
- ¿Qué más añaden?
1:31:46
Que por ciertos decretos,
1:31:49
Octavio y Antonio han condenado
a muerte a cien senadores.
1:31:52
No concuerdan,
las mías hablan de 70.
1:31:54
Cicerón es uno de ellos.
1:31:56
¿Cicerón?
1:31:57
Ha muerto
1:31:59
por esa orden de proscripción.