:22:01
- Hermana Falconer.
- ¿No encuentras la dicha en Jesús?
:22:05
Dicha, la de oír su bello mensaje.
¿Me concede un momento?
:22:08
Disculpe.
:22:11
- Disculpe.
- Gracias, hermano.
:22:16
Lo siento. No llevo suelto.
:22:18
Gracias.
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Le he traído unas flores.
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Anoche, después de su sermón,
mi hijo vio a la Virgen sobre el tejado.
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¿Podría dedicarme una hora?
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imposible. ¿Y nuestros consejeros?
¿Hermana Rachel?
:22:49
Haz lo que puedas por ellos.
Cada persona es importante.
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- ¿Podrían darme sus nombres?
- Debo felicitarla de nuevo.
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- Gracias.
- Soy predicador.
:22:58
- Sé lo inspirada que estuvo.
- ¿De qué iglesia?
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Ahora mismo de ninguna, pero...
:23:05
¿Qué es esta vez?
¿La bebida o las mujeres?
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¿Cómo, hermana Falconer? ¿Yo?
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Sea lo que sea,
tiene mi bendición. ¿Jim?
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- Hermana, yo...
- Buen intento, hermano.
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- ¿Rezar cura la diabetes?
- ¿Me dice su dirección?
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- ¿Hermana?
- Un momento.
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- ¿Qué religión?
- He de hablarle.
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- Si no le importa, deje su nombre.
- Le traigo un mensaje importante.
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¿Un mensaje? ¿De la hermana Falconer?
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La oí cantar anoche.
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Los halagos no son nada
para alguien de su talento,
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pero al oírla cantar con tanta inspiración,
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supe que la música es la voz del amor.
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Y, ¿qué es el amor?
:23:50
El amor es el lucero del alba y de la tarde.
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Esto es América.
La tierra de las oportunidades.
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Yo, por ejemplo, llevo un año
vendiendo electrodomésticos
:23:59
y ya soy su mejor viajante.
Quieren hacerme socio. Me va muy bien.