:34:08
Podría contar a los pecadores
que soy viajante, sin más.
:34:14
Estoy en la habitación
de uno de esos míseros hoteles.
:34:18
Estoy desanimado. No he vendido nada.
:34:21
Sin nada que leer. Me siento solo.
:34:24
Me muero por un trago.
Hay viajantes que beben muchísimo.
:34:29
Abro el cajón del tocador y...
¿qué es lo que encuentro?
:34:35
Una Biblia de Gedeón.
Eso es lo que encuentro.
:34:38
Sí, continúe.
:34:42
Abrí el cajón del tocador
y encontré una Biblia de Gedeón.
:34:47
Más alto.
:34:48
Encontré una Biblia de Gedeón.
:34:51
Estaba tan solo y tan abatido,
que era como el infierno.
:34:54
Estaba en el infierno.
Sabía todos los trucos del viajante.
:34:58
¿Por qué no era rico?
¿Por qué no triunfaba?
:35:01
Abrí la Biblia y leí el salmo 18.
:35:06
"El Señor es mi roca y mi fortaleza".
:35:09
"El Señor es mi fortaleza".
¿Oís eso? El Señor.
:35:12
- Alabado sea el Señor.
- El Señor es mi roca.
:35:15
A la mañana siguiente
entré en una tienda.
:35:17
"¿Qué vende hoy?
¿Aspiradoras chapadas en oro?"
:35:21
"No. Ésas puede encontrarlas
en los grandes almacenes,
:35:24
y más baratas,
pero nuestras tostadoras son mejores".
:35:28
Se sentó y me hizo
el mayor pedido del año.
:35:31
Aleluya.
:35:32
¿Me oyes, Señor? Gracias, Señor.
:35:36
Yo no vendí nada, Señor.
Lo hiciste tú. Gracias.
:35:42
Aleluya.
:35:48
Cuando les conté a mis amigos
que acudía a Jesús, se rieron.
:35:52
Pero la hermana Falconer no se rió.
:35:54
Dijo: "Anda, hermano.
Muéstrales el infierno".
:35:57
Os mostraré el infierno
del que habla la Biblia
:35:59
y, si no os gusta, quejaos al Señor
porque fue Él quien lo puso ahí.