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¡Mi casa!
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Arnaldo, ¿qué ha pasado?
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Hay mucho humo en Tiburino.
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Creo que se han caído
varias cornisas, señora.
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"Su majestad el rey y emperador
ha perdonado al gobernador de Roma
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la suma de un millón de liras."
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¿Al Papa?
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No, su majestad el emperador
ha perdonado al gobernador de Roma.
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Ayer todo el pueblo decía
que Carlos Sforza,
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con su discurso agresivo
y tranquilizador,
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ha llegado al corazón
de los italianos...
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ha resuelto con dignidad y valor
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la prueba
que le habían encomendado.
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Su Santidad Pío Xll
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ha enviado un telegrama
al Presidente Roosevelt.
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Giova,
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tienes que ayudarme.
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Tienes que sacar a mi hija de aquí.
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Siéntate.
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Me he llevado un susto de muerte.
No te puedes ni imaginar.
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¿Adónde quieres ir?
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Fuera de aquí, fuera de Roma.
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Esta gente no respeta ni al Papa.
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Mejor.
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A ver si se acaba la guerra
de una vez.
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No seas tonto.
Con tantos muertos...
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¿Qué hace Mussolini?
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Me importa un bledo ese fanático.
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No digas eso.
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A las mujeres os engaña
con su verborrea.
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Si no tiraran bombas,
nada malo pasaría.
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- Todo estaría bien.
- Por supuesto.
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Te daré las llaves de la tienda.
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Échale hoy un vistazo
y a la casa también.
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Si te fías...
:05:37
Hagamos un trato de amigos.
:05:40
El género que no pueda llevarme,
se lo queda Bonanni.
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Siento que te vayas.
:05:45
¿Y tú no te vas?
:05:48
No puedo.
:05:49
No puede durar mucho más,
¿no crees?
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Sí.
:05:57
Ve con Covelli.
Te veré dentro de una hora.