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Dulcinea
:41:07
Dulcinea
:41:15
- ¡AIto!
- ¡Bastardos!
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Gobernador, este hombre
propuso una defensa.
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- Esta es mi defensa.
- La más curlosa que jamás oí.
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- ¿Y si entretiene?
- Se dice, "divertir".
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Creo que su propósito es
desviarnos de nuestro propósito.
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Precisamente. ¿Puedo continuar?
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- Continúe su defensa.
- Gracias.
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Imaginen ahora la familia de
nuestro valiente caballero.
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No son los amos y doncellas...
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...y portadores
del nombre de La Mancha...
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...sino las simples
mujeres de Alonso Quijana.
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Piensen cómo le choca la noticia
de su locura a su sobrina.
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- Antonia.
- Antonia.
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Le preocupa el efecto que esto
tendrá en su muy próxima boda.
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- ¿Me lo puedo quedar?
- Después, princesa, será tuyo.
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Pero ahora eres mi sobrina
preocupada por la boda.
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¿Y cómo le afectó a su pía
ama de Ilaves de muchos años?
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Vamos, vamos...
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Temía que los demonlos y la
oscuridad lo hubieran raptado.
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- Y para el cura local...
- Por favor, quiero ser éI.
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Conoce a Alonso
de toda la vida. Un cura.
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- Gracias.
- ¡Un cura!
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¡Y en pocos momentos
aparecerá un personaje...
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...cuya filosofía atraería
enormemente a alguien como... tú!
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Antonia y la ama de Ilaves
se apresuran a la iglesia.
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- Iglesia, por favor.
- Iglesia.
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Angustiados por la situación...
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...y conscientes de lo que
los vecinos puedan pensar...
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...procuran consejo del cura.
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¿Adónde se fue?
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Reverencia.
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A la iglesia.
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Pero a pesar del problema
de la locura de Alonso...
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...que caerá en picado
sobre sus cabezas...
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...pueden estar seguros
de que sólo se preocupan éI.