:55:01
¿ Cómo iba yo a saber quién
era usted? La ley me ampara.
:55:04
En Inglaterra se valora más
la propiedad que las personas.
:55:08
Hasta Marguerite supondrá
que usted sólo buscaba las joyas.
:55:12
Que era un ladrón,
:55:14
que prefería el hurto
al matrimonio.
:55:18
¿ Como usted prefiere
el asesinato a pagar pensión?
:55:23
Ingenio frente a la adversidad.
Muy bien.
:55:25
Algo ha aprendido
de los ingleses.
:55:27
Seamos deportivos.
Puede echar a correr.
:55:30
¿Para que me dispare
a sangre fría?
:55:33
Querrá decir sangre caliente.
Pero mire:
:55:35
Cerraré los ojos y contaré hasta 20.
Le doy esa ventaja.
:55:39
Vamos, Milo. Huya.
:55:43
Uno,
:55:46
dos,
:55:48
tres,
:55:49
cuatro,
:55:51
cinco, seis,
:55:54
siete, ocho,
:55:57
nueve, diez,
:56:00
once, doce,
:56:03
trece, catorce, quince,
:56:08
dieciséis,
:56:10
diecisiete, dieciocho,
:56:13
diecinueve y...
:56:17
veinte.
:56:24
Se las dejó en la chaqueta.
:56:27
Dios mío.
:56:28
Salga del coche, ande.
:56:32
Vuelva a ponerse
esos bonitos zapatos.
:56:55
Lo único que falta por decidir
:56:58
es dónde lo encontrarán.