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"Soy ministro de una iglesia.
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"Puedes confiar en mí. Soy ministro.
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"Haremos un cementerio de mascotas.
Será un éxito.
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"Tú y yo lo haremos juntos.
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"Lo haremos. Habrá un cementerio.
Sólo tú y yo. "
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La idea estaba destinada al éxito.
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Empezamos a trabajar
en el cementerio de mascotas.
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La realidad era terrible...
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y en ella nos basamos...
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pero no queríamos confrontar
a la Sociedad Protectora de Animales...
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ni al Departamento de Sanidad Animal
del condado de Santa Clara.
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Queríamos ofrecerle algo distinto...
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a la gente que amaba sus mascotas
y buscaba dónde enterrarlas.
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No el foso de desechos,
ni el cesto de basura...
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ni un lugar donde enterrarlos
cual residuos...
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porque nosotros amábamos
a las criaturitas de la Naturaleza.
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Dios nos dio estas mascotas...
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para servirnos de compañía, de guía,
y darnos aliento.
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¿Y nosotros qué les damos a cambio?
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No las botamos
ni las arrojamos a un basural...
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sino que les damos un último adiós
por todo lo que nos brindaron.
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El reciclaje de restos animales
se remonta al antiguo Egipto.
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Se sabe que data de aquella época.