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La desintegración en nuestras vidas...
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se debe en gran parte a los lazos
rotos entre las personas...
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quiénes de otro modo tendrían
la capacidad de respetarse y amarse.
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Un misterio cruel e incomprensible.
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Pensar que un hombre como yo,
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de casi 220 libras,
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de barba crecida y mente desarrollada...
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Tenga que sentarme en esta estúpida
e incómoda silla
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y escuchar tamaña hipocresía.
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"¡La desintegración en nuestras
vidas!"
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¡Bésame dónde la espalda
cambia de nombre!
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Calla, Carl -
¡Calla! -
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mientras le digo a este masturbador
espiritual nuestro as bajo la manga.
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¡Escúcheme!
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Le diré algo, Edvard Vergerus,
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He conseguido unos pagarés suyos.
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¿No lo sabía, verdad?
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Sí, mi amigo.
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110,000 kronor en deudas.
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Así que ahora yo soy el que dice
las condiciones.
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¿Palidece, verdad?
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¿El hombre santo se ve pálido, eh
Carl?
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Diría que su nariz ha crecido un
poco.
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Es un fanfarrón muy especial,
Edvard Vergerus.
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Algo que he aprendido en mi profesión,
es a oler a los fanfarrones,
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aunque usen casulla.
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Y sé cómo se les debe tratar a
esta gentuza.
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¡Se les debe echar bravatas!
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Emilie se va a divorciar,
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o declararé a su santidad en
bancarrota!