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Aristóteles,
Ovidio, Virgilio...
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No, no, no. Quiero decir de una...
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¿No estás confundiendo
amor con lujuria?
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¿Lo hago?
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No lo sé.
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Sólo deseo su bienestar.
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Quiero que sea feliz.
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Quiero salvarla de la pobreza.
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- Vaya.
- ¿Por qué, "vaya"?
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Estás enamorado.
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¿Eso es malo?
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Para un monje,
presenta ciertos problemas.
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¿No predicó Santo Tomás de Aquino
el amor por sobre todas las virtudes?
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Sí. El amor a Dios, Adso.
El amor a Dios.
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¿Y el amor a la mujer?
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Sobre la mujer, Santo Tomás
de Aquino sabía muy poco.
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Las escrituras son claras.
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Los proverbios advierten: "La mujer se
apodera del alma preciosa del hombre".
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Y el Eclesiastés nos dice:
"La mujer es más amarga que la muerte".
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Sí, pero...
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- ¿Qué piensa, Maestro?
- Bueno...
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Desde luego,
no cuento con tu experiencia.
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Pero encuentro difícil
convencerme a mí mismo...
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...de que Dios introdujera
a un ser tan malo a la creación...
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...sin dotarlo
con algunas virtudes.
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La vida sería pacífica
sin amor, Adso.
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Segura.
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Tranquila.