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No es la noche que os corresponde.
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Esa historia, ¿cómo acaba?
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¿A qué os referís?
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Cuando ese hombre
siguió el consejo de su amiga,
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¿ella le aceptó?
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¿Debo entender...?
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Al día siguiente de veros,
rompí con Madame de Tourvel.
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Le dije que "no podía evitarlo".
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¡No!
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¡Claro que sí!
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Eso es maravilloso.
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Dijisteis que mi reputación corría peligro,
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pero quizá ésta resulte ser
mi más famosa hazaña.
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Sería difícil superarla.
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Sólo una cosa podría darme mayor gloria.
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¿Cuál?
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Recuperarla.
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¿Creéis que podríais?
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No veo por qué no.
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Yo os lo diré.
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Cuando una mujer ataca el corazón
de otra, rara vez falla,
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y la herida siempre es mortal.
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-¿Es cierto eso?
-Sí.
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Yo también veo en esto
uno de mis mayores triunfos.
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Nada complace más a una mujer
que vencer a otra.
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Pero no la he vencido a ella.
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¿Qué queréis decir?
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Os he vencido a vos.
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Vos amabais a esa mujer.
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Seguís amándola.
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Desesperadamente.
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Os avergonzabais de ello,
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y por eso habéis sido tan cruel.
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No podíais soportar ni la posibilidad
de que se rieran de vos.
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Y eso demuestra algo que yo sospechaba.
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Que la felicidad y la vanidad...
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son incompatibles.
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Sean ciertas o no
esas especulaciones filosóficas...
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ahora os toca a vos sacrificaros.