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He intentado dejarlo, pero tengo miedo
de los efectos de la abstinencia...
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¡Mierda, esa máquina no es mía, es la de Frost!
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¡Dios, Lee,
cómo ha podido
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traer a un agente enemigo
a tu propia casa!
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No he tenido elección.
¡Le estaba usted dando acceso
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a sus zonas internas
más vulnerables, por Dios!
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¿Y ahora qué le digo a Tom?
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Estudiemos la situación.
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¿Sabía Frost que su máquina
era un agente de la Interzona?
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Él y su esposa parecen llevarse muy bien
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con los habitantes de este lugar.
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¡Su esposa!