1:21:02
Oh, día aciago.
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¿Por qué lloras?
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¿Soy yo, mi bien,
la causa de ese llanto?
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Pluguiera al cielo probar
con aflicción mi fortaleza...
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...llovieran sobre mí
desdichas y baldón sin tasa...
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...y aún hallaría en un rincón
del alma alguna gota de paciencia.
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Empero allí,
donde atesoré mi afecto...
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...donde he de vivir,
o he de perder la vida...
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...la fuente de mi existencia
o por jamás se seca su corriente...
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...¡verla en pantano convertida,
en nido de amores de asquerosos sapos!
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¡Planta infame...
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...tan bella...
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...y tan fragante que el sentido
en ti se embota...
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...no nacieras nunca!
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¿Pues qué delito inocente cometí?
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¿Tan pulido libro se hizo
para escribir en él "ramera"?
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-¿Qué cometiste? ¡Prostituta vil!
-Por Dios, me ultrajas.
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-¿No eres prostituta?
-No, cristiana soy.
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¿No eres ramera?
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-No, así Dios me ayude.
-¿Es posible?
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¡Dios, favor!
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Pues perdonadme.
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Os tuve por la astuta cortesana
que en Venecia esposa fue de Otelo.
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¡Tú...
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...que frontera de San Pedro
guardas la puerta del infierno!
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¡A ti, te digo!
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Ya estamos listos.
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Cierra el cerrojo,
y por favor, no charles.
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¿Merezco esa palabra, Yago?
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¿Cuál, señora?
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La que me dio mi esposo.