:58:03
Magníficos dedos.
Tan viriles.
:58:11
Sabes...
:58:13
una vez toqué para él
el Concierto No. 3.
:58:18
Sí. Dijo que podía oírse
a sí mismo en mi música.
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Dijo que parecía como
si hubiera tocado su alma.
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¿Eso no estuvo mal, verdad?
:58:33
-No, en absoluto, profesor.
-Ahora es tu turno, David.
:58:37
Recuerda. Una vez que lo hagas
nadie puede quitártelo.
:58:42
Y debes tocar como
si no hubiera mañana.
:59:10
Vamos, David,
no me dejes mal.
:59:16
¿Cuántos momentos
de un genio hoy, Cecil?