:07:02
- ¡Ahí está!
- ¿Su pase?
:07:03
Está bien. Está conmigo.
:07:05
- ¡Ahí está el hombre que quiero!
- Llegas tarde.
:07:09
Hacía respetar la justicia.
¿Cuándo llegaste?
:07:12
- Anoche. Vine con Powell y el Ministro.
- ¿Es él?
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Métete la camisa adentro, te presentaré.
¡Cielos! Pareces Don Ho.
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Perdona mi savoir faire. ¿Por qué
estás tan tenso? ¡Es noche de pelea!
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Estoy a cargo de la seguridad.
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Kirkland está en todos los noticieros.
Atrae a los locos.
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Le encanta la publicidad.
Mira esto.
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Y ahora, el distinguido Ministro
de Defensa de los Estados Unidos...
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el Sr. Charles Kirkland.
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Y junto al Ministro,
un hombre que no necesita presentación.
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Fantástico. Ponte un foco
sobre la cabeza también.
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¡Su anfitrión de esta velada,
el Sr. Gilbert Powell!
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- No dejes de vigilar el blanco.
- Disculpe, señor.
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¿Activaste tu localizador?
Cubre la salida oeste.
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Sí, señor.
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Y trae un par de martinis, de paso.
Es noche de pelea.
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¿Ves esa señal?
Ese es él.
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Mírate. 007.
Viejo, estoy impresionado.
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Quiero tu autógrafo.
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Recuerdo los veranos en la playa
cargando los remos por la arena.
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No, yo cargaba los remos.
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Tú estabas debajo del muelle
con alguna muñequita.
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¡Soy yo!
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Tengo que pedirte algo.
A Mikey le enloquecen los submarinos.
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Quería que te preguntara
si puedes llevarlo de paseo en uno.
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Seguro. Atracaremos el Polaris
en el muelle.
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Son las cosas que hacen los padrinos.
Vamos. No te avergonzaremos.
:08:42
No navego desde el Renville.
Veré qué puedo hacer.
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- ¿Cómo está Ángela?
- Gorda, grandiosa. La amo.
:08:47
¿Cómo está la otra? ¿Candy?
:08:49
Monique. Delgada, mala, cara.
La adoro.