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Sí, para ti. Tuviste a Tiyana,
y nosotros no tuvimos ni folla.
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El año pasado, también.
-¿Qué fue el año pasado?
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Hombre, el torneo de basket.
Los imbéciles del centro
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vinieron aquí en nuestra cancha.
-¿Aquí?
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Ahora podemos solamente
jugarnos la guerra .
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A los cabrones les ganamos
siempre.-¡Qué malvados eramos!
:10:27
Sí, mientras tú jugabas,
Dordevich estaba en el banquillo
:10:31
Zuba, por favor.
-Ahora os creéis muy cojonudos,
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porque ganamos unos ignorantes.
-Está bien.
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Te acuerdas de los cretinos
con las zapatillas de 100 DEM.
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El basket lo llevamos en la
sangre. - Basta, idiotas.
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Comprended de una vez, no hay
más Sutomore ni Monte Negro,
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ni cámping, ni viajes.
Sólo hay las sirenas
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y las mierdas que caigan del
cielo-Justo lo que quiero decir
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Podemos renovarla.-¿De qué
hablas?-De la cancha, joder.
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Podíamos arreglarla un poco,
sacar la basura, soldar el aro.
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¿Tú estás mal de la cabeza?
-Mira la cantidad de alambras.
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La canasta pesa tres toneladas.
No podríamos levantarla.
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Si llamamos la gente del barrio
todo será arreglado muy pronto.
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¡Qué idea! Renovar la cancha.
Y si cayera una bomba otra vez.
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Todo se iría a la mierda.
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Quizás nuestros instalen la
defensa por aquí,
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y provoquen nuevos ataques.
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Quizás los de arriba ataquen
porque no tienen otras cosas
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que hacer sino guerrear
contra nosotros .
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Quizás nos muramos del hambre
o todos nos vayamos a la guerra.
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Digo, quizás algún día renovemos
la cancha. Me voy a dormir.
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Esta guerra es un coñazo.
-¿Qué le pasa?-Se volvió loco.