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-¿Te cepillaste los dientes?
-Ya lo hice
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-Juni, No olvides cepillar--
-ya sé, ya sé.
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muy bien, muy bien.
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Bueno verrugas,
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prepárense para reunirse con su creador.
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¿Todo bien en la escuela?
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Sí, todo está bien.
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OK. Bueno, fuera luces.
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Un cuento para dormir.
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¿Qué cuento quieres?
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El de los espías que se enamoraron
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Hmm. guau.
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Hace tiempo que no contaba esa.
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Tú quizá la recuerdas
mejor que yo.
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-Quieres oírla, Juni?
-Te escucho.
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Bien.
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Érase una vez...
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un hombre y una mujer.
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-Y ambos eran espías.
-Sí.
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Ella era de una nación,
él de otra.
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Ella tenia una importante misión
a su cargo.
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-Él era la misión.
-Correcto.
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Y la misión era sacarlo.
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¿En una cita?
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No. Uh, tenia que--
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Ah, comprendo...
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No debería contarles esto.
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-sigue, sigue.
-deben entender que aquellos
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Eran días
difíciles.
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habían muchos disturbios
entre las naciones.
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Sigilosamente...
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un nuevo tipo de soldado
fue creado
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brillantes, valientes soldados
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cuyas mejores armas
eran sus cerebros.
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Esos hombres y mujeres eran espías.
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Eran maestros del disfraz.