:39:02
¿La esposa de un ejecutivo de Hartford
comulgando con Picasso?
:39:06
Sra. Leacock,
qué alegría volver a verla.
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¿Y cómo está
su encantador esposo?
:39:11
Está muy bien. Gracias.
:39:16
- ¿Me disculparía un minuto?
- Seguro, querida.
:39:18
Gracias.
:39:20
Raymond, qué gran sorpresa
encontrarlo aquí.
:39:24
- Sra. Whitaker, hola.
- ¿Ella es su hija?
:39:27
- Sí. Es mi Sarah.
- Hola, Sarah.
:39:29
- Hola.
- ¡Tommy, ven aquí!
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Sarah, ¿no son Hutch y su hermanito
los que veo allí jugando?
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Te acuerdas de ellos,
¿verdad, hija?
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Seguro que sí. El día que fuimos
a la casa de los Hutchinson.
:39:45
Ah. Sí.
:39:48
¿Qué te parece si sales a ver
si quieren jugar un rato?
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Por favor.
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¿Por papá?
:39:58
Así se hace.
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- Raymond, es encantadora.
- Gracias.
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¿Cómo fue que se enteró
de esta exposición?
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- Leo los periódicos.
- No, por supuesto que sí.
:40:11
Quiero decir que es tan...
Es una coincidencia.
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Lo sé.
Sólo fue una broma.
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Porque usted sabe
que no tengo prejuicios.
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Mi esposo y yo siempre creímos en
la igualdad de derechos de los negros...
:40:24
y apoyamos a la Asociación
para el Progreso de la Gente de Color.
:40:27
Me alegra oír eso.
:40:29
Sólo quería que lo supiera.
:40:32
- Gracias.
- No es nada.
:40:36
¡Vamos!
:40:39
Más recto, Tommy.
Debes arrojarlo más recto.
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Y fuerte.
¡Uno, dos, tres, vamos!
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Es demasiado pesada.
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- ¿Qué?
- La parte de atrás del avión.
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¿Quién te preguntó?
Vamos, Bobby.