:11:01
Sé lo que estás haciendo.
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Sí, pero El Niño
debe centrarse.
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No tiene tiempo para
otras preocupaciones.
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Yo no pienso darle ninguna.
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Pero dile que pase por el
chalet a recoger sus cosas...
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...o que me diga dónde
se las mando.
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- Mándaselas a mi casa.
- Que me lo diga él.
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Que yo contigo no tengo
nada que ver.
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Toma, nos podéis ir cuando queráis.
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- Buenas noches.
- Whisky con hielo, por favor.
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- ¿Le gusta en vaso anderrón?
- En tubo.
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Perdone, ¿podría hablar un
minuto con usted, por favor?
:11:41
Ni se te ocurra, cuando las
cosas se acaban, se acaban.
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Perdón.
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¿Qué? ¿Qué decía?
:11:47
Qué si podría hablar un
minuto con usted, por favor.
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Si me lleva a Madrid, podríamos
hablar por el camino.
:11:55
Por mí encantado.
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Pues vámonos.
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¿Quién le puso Lydia?
:12:12
Mi padre.
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Era como predestinarla
desde que nació.
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Siempre quiso ser torero y
se quedó en banderillero.
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Fue la persona que más me
apoyó en este mundo...
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...pero se me murió
hace un año.
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Lo siento.
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"El País" me encargó un
reportaje sobre...
:12:34
...usted para el dominical
en color.
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¿Escribe usted de toros?
Su nombre no me suena.
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La verdad es que no entiendo
nada de toros.
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¿Entonces qué hace aquí?
:12:44
No entiendo nada de toros pero sé
mucho de mujeres desesperadas.
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Ah, ¿sí?
:12:48
¿Y quién la ha dicho que
yo estoy desesperada?
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- Me dio esa impresión.
- A usted los toros le dan igual.
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Lo que le interesa es mi relación
con El Niño de Valencia.
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Pues dígale "Al País" que no.
Qué me dejen en paz.