:56:04
Nos han visto.
:56:06
- Id tras ellos. Se aleja un jinete.
- Sólo hay desierto, no conseguirá nada.
:56:11
No quiero que me ahorquen
antes de que reine mi esposa.
:56:14
No os preocupéis.
Dirán que ha sido Reinaldo.
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Siempre es así.
Eso creerán en Jerusalén, os lo aseguro.
:56:20
- Vos estáis en Nazaret, rezando.
- Sois peligroso, Reinaldo.
:56:24
Si la guerra debe librarse, que sea ahora.
:56:27
- ¿Cuánto puede vivir un leproso?
- Dios lo dispone. La voluntad de Dios.
:56:32
¡Por Jerusalén!
:56:58
¡Eres tú!
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Guy de Lusignan y Reinaldo de Chatillon,
:57:09
con los templarios,
han atacado una caravana de sarracenos.
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¡Silencio!
No era una caravana.
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Era un ejército que se dirigía
a profanar el nacimiento del Señor.
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Reinaldo y los templarios
han quebrantado la promesa de paz del rey.
:57:27
Saladino tomará este reino.
:57:29
Tiberias, para ser cristiano, conoce
demasiado bien las intenciones de Saladino.
:57:37
Prefiero convivir
con los hombres que matarlos.
:57:42
Por eso seguís con vida.
:57:44
Esta clase de cristianismo
tiene sus ventajas, supongo.
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No debemos declarar la guerra a Saladino.
:57:52
No nos conviene.
Es posible que la perdamos.
:57:54
¡Blasfemia!