:22:12
¿Puedo hacerte una pregunta personal?
:22:15
Claro.
:22:16
¿Ella te gusta mucho?
:22:18
Eso no es asunto tuyo.
:22:21
-¿ Y a ti?
-Tampoco es asunto tuyo.
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Qué pena que nos hayamos enamorado
de la misma mujer.
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¿Acaso no es encantadora?
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Bastante. Tiene lindos ojos.
:22:42
No es para tanto.
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Bueno, supongo que ya no somos amigos.
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Eso parece.
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Me asombra que debamos terminar
nuestra amistad por culpa de una mujer.
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Es triste.
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Es todo un dilema.
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Me pregunto si ella lo vale.
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Yo también.
:23:03
En realidad, lo dudo.
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Sólo sabemos una cosa de ella.
No tiene reparos en mentir.
:23:08
-Quiere engañarnos a ambos.
-Debemos impedirselo.
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-Es una cizañera.
-Mantengámonos firmes.
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Que ella no arruine nuestra amistad.
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Hace 1 1 años que escucho
tus estúpidas obras.
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Yo quedé bizco de tanto mirar
tus pinturas insulsas.
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¿Nos pelearemos
por una chica que vimos en un tren?
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-¡En 3º clase!
-No vale la pena.
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En absoluto.
:23:29
¿Adiós a las camisas limpias?
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-La ignoraremos por igual.
-De acuerdo.
:23:36
-El sacrificio hace al artista.
-Exacto.
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Las penas son la dicha del arte.
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Creo que no deberiamos hablar más de ella.
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Cierto.
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Si en alguna ocasión
no tenemos más remedio que mencionarla...
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la llamaremos simplemente Srta. Farrell.
Asi todo será más impersonal.
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Exacto.
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Dime, George,
¿realmente vendiste mi maleta?