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También nos ha traído...
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...diez cajas repletas de
joyas y sedas. ¡Y aún más!
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Cerca de 30.000 marcos de oro
robados en los condados del norte.
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- No osaréis tocarlos.
- Sentaos.
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Quizás pensáis que quería...
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...este tesoro para el Príncipe Juan,
no para...
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...pagar el rescate del rey.
Y tendríais razón.
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Pero ha ocurrido algo extraño.
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El bosque ha cambiado sus sentimientos
y aquí está, ¡contante y sonante!
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- Vos habláis de lealtad.
- Sí, ¿por qué no?
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Supongo que vos y estos asesinos
enviaréis el dinero a Ricardo.
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No habréis pensado en quedároslo.
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¡Amigos! ¿Qué hacemos con el tesoro?
¿Lo repartimos entre nosotros?
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- ¡Es para el Rey Ricardo!
- ¡Pertenece al rey!
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- ¿Convencida?
- Quizá me haya precipitado.
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¿Por qué un caballero...
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...como vos vive como un animal,
robando y matando?
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¿Queréis saber
por qué soy un proscrito?
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¿O tenéis miedo a la verdad?
¿O a mí, quizá?
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- No le temo a nada. Y menos a vos.
- Bien. Venid conmigo.
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Sí que estáis asustada.
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- Bien, amigos.
- Hola.
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Una triste visión
para unos ojos tan bellos.
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Pero a estas gentes
les han quemado sus casas.