:04:01
- ¿No vino en auto?
- No, caminé desde la estación.
:04:04
Washington es grandiosa para caminar.
Siempre lo disfruto.
:04:07
Sí, por cierto.
¿Me acompañaría, por favor?
:04:12
Se suponía que no trabajaba
esta noche...
:04:15
...pero al enterarme de que venía,
quise saber si se veía igual.
:04:19
- Depende de cuándo fue que me vio.
- Debió haber sido hace unos 30 años.
:04:24
Era asistente de Teddy Roosevelt.
:04:26
Me ubicó en la galería.
La obra era George Washington Jr...
:04:31
...y cantaba y bailaba aquello
de la gran bandera.
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El Sr. Teddy solía cantarlo
en su bañera.
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- Era una buena melodía en su época.
- Lo era.
:04:40
Y hoy sigue siendo tan buena
como siempre.
:04:47
Adelante.
:04:53
Bueno, hola.
¿Cómo está mi doble?
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Su doble no está seguro.
Deme tiempo para prepararme.
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- Oí que sabe todas las respuestas.
- En una época lo creía.
:05:03
- Hoy en día, sólo lo deseo.
- Sí, yo también.
:05:07
- Siéntese, Sr. Cohan.
- Gracias.
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Verá, estoy un poco nervioso.
:05:12
- Lamento no haber ido a su estreno.
- Quizá sea mejor así.
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No se preocupe. Nos entendemos
mutuamente a la perfección.
:05:20
Creo que sí.
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El Herald Tribune dice que usted es
mejor presidente en su obra que yo.
:05:26
No olvide que es un periódico republicano.
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Los recuerdo muy bien a usted y
a su familia. Los cuatro Cohan.
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¿De veras?
Eso fue hace mucho.
:05:36
Sí. Fue cuando estaba estudiando
cerca de Boston.
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Entonces era un niño arrogante.
Muy arrogante.
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Un típico Yankee Doodle Dandy.
Siempre abanderado en los desfiles.
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- Ojalá no haya perdido el hábito.
- Ni por casualidad.
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Hay algo que siempre admiré
en ustedes, los irlandeses americanos.
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Expresan el amor por su país
abiertamente. Una gran cualidad.
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Yo heredé eso.
Lo heredé de mi padre.