You Were Never Lovelier
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Al Hotel Acuña, por favor.
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XAVIER CUGAT
EN LA SALA SKY

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- ¿Cómo se llama?
- Eduardo Acuña. Es el jefazo.

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- Éste es su despacho.
- Gracias.

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Espera, muchacho.
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Después te doy algo.
Gracias.

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Estoy totalmente seguro de que
no puedo interrumpir al Sr. Acuña.

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Está ocupado.
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Lo siento, mis órdenes son ésas.
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Por favor, no me eche
la culpa a mi.

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- Cuando esté libre, quiero verle.
- Siempre me pregunto lo mismo.

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¿Por qué quieren ver todos a Acuña
con la gente tan maja que hay por ahí?

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Dígale que soy Robert Davis,
de Nueva York.

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- Robert Davis.
- ¿Si?

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El Sr. Robert Davis, de Nueva York,
quiere verle.

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No sé quién es.
Dile que se vaya.

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Bueno, debo decir que estoy
acostumbrado a un trato más cordial.

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Comete un gran error.
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Sr. Davis, me impresiona usted.
¿Para qué quería verle?

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Para eso.
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¿El qué?
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Eso.
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- Le he preguntado con educación.
- Y le he contestado.

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- ¿Le importa que espere?
- No, pero no servirá de nada.

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Muy bonito. El vestido de boda
y la lencería tienen mi aprobación.

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Puede irse, gracias.
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Bueno, querida,
¿qué está pasando aquí?

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Eduardo no coincide con Delfina
en el ajuar de Julia...

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...así que ahora lo elige él.
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Tengo por regla desconfiar
del gusto femenino con la ropa.

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Por eso me pidió que viniera.
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Es la 1ª vez que veo a un padre
elegir el ajuar.

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Las mujeres se visten para las otras
mujeres, no para los hombres.

:03:58
Mi suegra la vistió
de plumón para nuestra boda.


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