You Were Never Lovelier
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:03:03
Comete un gran error.
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Sr. Davis, me impresiona usted.
¿Para qué quería verle?

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Para eso.
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¿El qué?
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Eso.
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- Le he preguntado con educación.
- Y le he contestado.

:03:28
- ¿Le importa que espere?
- No, pero no servirá de nada.

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Muy bonito. El vestido de boda
y la lencería tienen mi aprobación.

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Puede irse, gracias.
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Bueno, querida,
¿qué está pasando aquí?

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Eduardo no coincide con Delfina
en el ajuar de Julia...

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...así que ahora lo elige él.
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Tengo por regla desconfiar
del gusto femenino con la ropa.

:03:51
Por eso me pidió que viniera.
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Es la 1ª vez que veo a un padre
elegir el ajuar.

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Las mujeres se visten para las otras
mujeres, no para los hombres.

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Mi suegra la vistió
de plumón para nuestra boda.

:04:00
Y sigue emplumada.
¿A tu hijo le gustan las plumas?

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Durante las primeras semanas,
ni sabrá cómo va vestida Julia.

:04:07
- ¿Te perdonará tu mujer por esto?
- Espero que me lo agradezca.

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- Gracias por venir, María.
- De nada. Adiós, Eduardo.

:04:24
- ¿Quién es usted, el florista?
- ¿Tengo yo pinta de florista?

:04:27
¿Cómo sé yo la pinta que tiene
un florista? ¿Quién es usted?

:04:31
Xavier Cugat, ¿se acuerda de mí?
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¿No le he hecho venir de
Nueva York por algo?

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Mi orquestra ha llenado su Sala Sky
durante dos semanas.

:04:39
Eso es algo, ¿no?
:04:41
Nunca voy a la Sala Sky.
Cobro una entrada demasiado cara.

:04:44
¡Claro! Va a tocar mañana
en la boda de mi hija.

:04:47
Muy bien.
:04:50
Toque esto muy suave y distante,
como si no estuviera allí.

:04:56
Sr. Acuña, puede olvidarse de mí
nombre, no venir a la Sala Sky...


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