:10:03
¿Qué saben ellos
de las ciencias ocultas?
:10:06
¡Son unos tontos ciegos!
:10:08
Kay, es hora de hablar contigo
con toda franqueza.
:10:12
No estamos ciegos
y no somos tontos.
:10:14
Somos sensatos y nos negamos a ser
engañados por boberías supernaturales.
:10:18
- ¿Boberías?
- Exactamente.
:10:20
Los lagartos disecados
y los pollos muertos no hacen magia.
:10:23
Has cambiado desde que conociste
al conde Alucard en Budapest.
:10:27
No te reconozco.
:10:30
Kay, déjame llevarte lejos
de todo este asunto malsano.
:10:34
Una luna de miel de seis meses,
de un año.
:10:36
No regresaremos hasta que no hayas
superado esas ideas raras.
:10:40
- Lo lamento.
- ¿Lo lamentas?
:10:43
¿Eso quiere decir
que rompes nuestro compromiso?
:10:46
Ay, no.
¡Eso no debes ni pensarlo!
:10:49
¿Entonces, qué pasa?
Tiene que haber una razón.
:10:52
Por supuesto que hay una razón.
:10:54
Desde niños, tú has sido
el único hombre en mi corazón.
:10:57
Y tú lo sabes.
Pero, bueno-
:11:02
Nunca dudes de mí.
:11:04
Pase lo que pase,
cree en mí.
:11:07
Cree que lo que hago
es lo mejor para los dos.
:11:11
¿Tiene algo que ver
con Alucard?
:11:15
Entiendo.
:11:17
Hay algo que te tengo que decir.
:11:21
¡Alucard es un impostor,
un farsante!
:11:23
- ¿Cómo puedes decir eso?
- Le escribí al senador Manfiield.
:11:27
Él me informó que al conde Alucard
no lo conocen en la embajada húngara.
:11:31
Estarás muy orgulloso
de andar husmeando.
:11:33
Hice lo que haría cualquiera:
¡proteger a su prometida!
:11:38
¡Señorita Kay!
:11:44
Dr. Brewster,
¿puedo hacer algo?
:11:46
No, quédese aquí.
Que la fiiesta continúe.
:11:58
¡Padre!