:45:03
El botón estaba pulsado.
Las palancas funcionaban...
:45:06
...y no había tiempo para pensar.
:45:09
Quise que me vieran hasta
el último instante...
:45:12
...y al salir dejé mi cuaderno en la
mesa fingiendo haberlo olvidado.
:45:17
Era una coartada.
:45:20
A partir de ahora, había
que ser muy preciso.
:45:26
Llegué a casa a las siete y media
y aparqué en el garaje.
:45:29
Otra de mis coartadas.
:45:33
-Hola, señor Neff.
-Hola, Charlie.
:45:36
¿Me lava el coche?
:45:37
¿Para cuándo lo quiere?
Tengo otros dos.
:45:40
Cuando puedas, Charlie.
Esta noche no salgo.
:45:42
Bueno.
:45:43
Desde casa llamé a Lou Sbart.
Un compañero de despacho.
:45:47
Como vive en Westburth, la
conferencia quedaba registrada.
:45:51
Le dije que olvidé el cuaderno
y necesitaba unos datos...
:45:54
...para un seguro de
responsabilidad civil.
:45:56
Me vestí de azul marino,
igual que Dietrison.
:46:00
Lou Sbart me telefoneó y
me dio los datos.
:46:02
Cogí una toalla y esparadrapos...
:46:04
...para imitar algo parecido
a una pierna escayolada.
:46:09
Metí una tarjeta en el timbre del
teléfono que caería si llamaban.
:46:14
Así sabría si habían
llamado en mi ausencia.
:46:17
Lo mismo con el timbre de la
puerta, por si venían a verme.
:46:22
Salí de casa por la escalera
de servicio.
:46:24
Nadie me vio.
:46:26
Fui andando a casa de Dietrison.
:46:30
No tomé el autobús por temor
a que alguien me reconociera.
:46:34
Ya ves, Keyes, todas las
precauciones.
:46:37
Volví a oler a madreselva.
:46:39
Por la noche, aún más
intensamente.
:46:46
Abrí la puerta del garaje
con todo sigilo.
:46:50
Ella aparcó el coche tal y
como le dije.
:46:53
Mejor así, por si él subía
antes de que lo sacara.
:46:57
Me tumbé en la parte de
atrás del coche y esperé.