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Lo peor es que en esos clubes no
suelen dar muchas propinas.
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¿Esto es todo, mamá?
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Sí, sí. Yo los secaré...
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Parece que esta semana no llevas
gran cosa.
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Un día de estos la señora Gabish
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tirará su vieja caldera. Y entonces
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Carney nos pagará mucho por el cobre
que tiene en el fondo.
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No os pagará más de lo que
imprescindible...
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Vigiladle bien cuando lo pese.
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Sí, mamá.
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Los padres deberían tener un día
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como tienen los niños el sábado.
Vete...
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Tal vez, si empiezo a fregar por
abajo en vez de por arriba
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sienta que es un día especial.
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Vigílale, Francie.
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¡Vamos!
Sí, mamá.
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Hoy les ha salido bien... ¡Vamos!
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¡Neeley!
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¡Oh! ¡Arrastrados!
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Vamos.
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Escúchame bien... Recuerda que
tienes que ponerte a su lado
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cuando lo pese... Para que pueda
pellizcarte...
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Y no olvides quedarte allí después
de que te pague...
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La última vez se te olvidó... Y un
centavo es un centavo.
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Sé muy bien lo que es centavo.
Pues entonces, andando.
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Tres centavos.
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Pero si esto vale mucho más.
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¡Cállate! Yo decido lo que valen
aquí las cosas.
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El siguiente.
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Oh, hola, pequeña... Adelante.
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Silencio... Silencio.