:52:00
Ven, noche cegadora,
:52:04
venda los tiernos ojos del día compasivo,
y con tu mano sangrienta e invisible
:52:11
anula y destruye el gran vínculo
que tanto me horroriza.
:52:19
La luz ya agoniza y el cuervo
aletea hacia el oscuro bosque.
:52:25
Las cosas buenas del día se
adormecen y marchitan,
:52:30
mientras los negros agentes de la noche...
:52:33
se despiertan para la rapiña.
:52:44
Aún brillan en poniente los
destellos del día.
:52:49
Ahora el viajero rezagado espolea con brío
para llegar a tiempo a la posada.
:52:55
- ¡Ya se acerca la razón de nuestra espera!
- ¡Silencio!
:53:00
- ¿Es él?
- Atención.
:53:03
- Esta noche lloverá.
- Deja que caiga.
:53:06
¡Huye Fleance!
¡Huye! ¡Huye!
:53:13
El hijo huyó.
:53:16
Pues perdimos la mejor mitad
de nuestro encargo.
:53:22
Bien, partamos y demos
cuenta de los hechos.
:53:38
- Tienes sangre en el rostro
- Es la de Banquo, señor.
:53:46
- ¿Está muerto? - Mi señor, le cortamos
el cuello. Yo lo hice.
:53:50
Bien. Eres el mejor degollador, aunque
bueno es también el que mató a Fleance.
:53:54
Majestad, Fleance ha escapado.