:24:00
He tenido una gran lucha
conmigo misma antes de venir.
:24:04
- Me alegro de haber perdido.
- Voy a por tus cosas.
:24:09
- ¿Qué te ocurre, Cecile?
- Nada. ¿Por qué?
:24:13
- Estás avergonzada.
- No pasa nada.
:24:15
Veamos si lo adivino.
:24:17
Te sabe mal que Raymond no esté aquí
extendiendo la alfombra de bienvenida.
:24:21
Lo ha hecho, y con flores.
Pero en la estación.
:24:25
Le telegrafié que venía en coche.
:24:27
- ¿Telegrafiaste?
- Sí.
:24:28
No se me ocurriría
venir en coche sin avisar.
:24:31
¿Dónde estará ese telegrama?
:24:33
En su bolsillo, sin abrir.
:24:36
¡Albertine!
¡Quiero decir: Léontine!
:24:38
Un problema doméstico. Unas extrañas
hermanas se turnan para trabajar.
:24:43
¿Extrañas? ¿Por qué?
:24:45
Cada semana una u otra enferman de
algo misterioso. Igual somos nosotros.
:24:49
- ¿Sí?
- Léontine...
:24:51
Léontine está mal del hígado.
Yo soy Claudine, su hermana.
:24:55
- ¿Ha llegado un telegrama hoy?
- Se lo he dado yo misma al señor.
:25:00
- ¿No lo ha leído?
- ¿Usted le conoce, señora?
:25:03
- Lleve mis maletas a mi habitación.
- Sí, señora.
:25:09
- ¿Dónde está mi habitación?
- Por aquí.
:25:11
Pobre Raymond. Por una vez ha sido
víctima de su irresponsabilidad.
:25:15
- Le está bien empleado.
- No con este calor.
:25:19
A mí me encantaría poder resistirme
a no abrir los telegramas.
:25:21
No contestar al teléfono.
Hacer lo que voy a hacer aquí.
:25:26
- ¿El qué?
- Nada.
:25:29
Una habitación preciosa.
:25:31
Raymond escogió las flores
y las cortó él mismo.
:25:35
Incluso hizo el arreglo.
¿No es un encanto?
:25:38
Cuando quiere, sabe hacerse querer.
:25:42
Por lo menos las hermanas extrañas
limpian bien.
:25:47
Tienes un aspecto magnífico.
Me sorprende y me alegra.
:25:51
- ¿Por qué te sorprende?
- Según dijo Raymond...
:25:54
Eso fue en París.
Estaba agotada de estudiar.
:25:58
- ¿Cómo te fueron los exámenes?
- Suspendí.