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¿Sabe conducir una balsa?
¡Río abajo hay rápidos!
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Sé montar a caballo. Será parecido.
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Usted no es marinero, se nota.
El agua es como una mujer:
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Ladina y caprichosa.
No hay que perderla de vista.
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¿Es usted marinero? - Lo fui.
Me llamo Shanghai McCoy.
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He rodeado el Cabo Horn,
he navegado por los siete mares,
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lo he visto todo, he hecho de todo.
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Por eso sé que la gente
es malvada. Me la conozco toda.
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¡Se equivoca!
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Hemos sido creados a la imagen de
Dios. Hay bondad incluso en usted.
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No creía que fuera usted una devota.
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Un momento.
Es como es porque quiere serlo.
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Tiene que aceptarla así. Igual que yo.
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Pierde el tiempo sermoneándome.
Usted también, hermana.
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Soy un barco a la deriva.
- "Con Dios todo es posible."
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Su tripulación
es muy extraña, capitán.
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Pero vale más que otras.
- Suerte que no sea la mía.
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Las mujeres son como cotorras:
no pueden quedarse calladas.
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En eso le doy la razón.
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Los pillaremos
en la parte estrecha, Breed.
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Tú los sigues con Luke.
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Nos encontramos en la parte estrecha,
un poco antes que ellos.
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¡Mantenga el curso!
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¡Sujete el timón en medio
cuando llegue a los rápidos!
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Nadie los ha atravesado
nunca con una balsa.
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¡Cuide de mis caballos, comodoro!
¡Vendré a recogerlos!