1:55:00
- Tom.
- Señor.
1:55:02
Marge, deberías haber esperado.
Yo no...
1:55:05
¿No comentó Peter que yo volvería
y te recojería?
1:55:08
Marge nos ha contado lo de
los anillos.
1:55:11
Sí, me siento ridículo por no
haber mencionado eso ayer.
1:55:13
Me olvidé del todo.
Ridículo.
1:55:18
Quizás no lo mencionaste porque sólo
se puede sacar una conclusión.
1:55:24
Me llevo a Marge a dar un vuelta. Tom,
el Sr. MacCarron necesita hablar contigo.
1:55:27
No hace falta. Podríamos ir
al bar. No hay necesidad.
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No, no.
1:55:32
Creo que deberías quedarte aquí.
1:55:55
Podría seguramente ver mi
habitación desde aquí.
1:55:57
Puedo ver mi casa.
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Cuando ves desde lejos tu casa
es como en un sueño ¿verdad?
1:56:05
Me da igual B.S.
1:56:08
Me da igual escucharlo.
Me da igual hablarle.
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- Ok.
- ¿Sabías que en Princeton...
1:56:14
Dickie Greenleaf casi
mata a un chaval?
1:56:18
En una fiesta, por una chica.
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Golpeó al chaval varias veces
en la cabeza, lo mandó al hospital.
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Le tuvieron que recomponer la mandíbula,
y perdió algo de audición.
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¿Por qué crees que el padre de Dickie
le mandó primero a él a Roma?
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A la policía de Roma no se le ocurrió
preguntarle eso al Sr. Greenleaf.
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Ni tampoco se les ocurrió
comprobar si algún Thomas Ripley...
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había estudiado alguna vez en
la Universidad de Princeton.
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Oh, yo descubrí un Tom Ripley...
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que había sido afinador de
pianos en el departamento de música.
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Ves, en América,
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se nos enselña a comprobar los hechos
antes de que ocurran.
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Nos enseñan a estar atentos.