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No soy el único.
Vaciaron las cárceles.
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-Te buscarán.
-¿Quién? Tienen otras preocupaciones.
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-Tengo estos.
-Muy bien, me los quedo.
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¿Cuáles?
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-Le disparaste.
-¿Qué?
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-A Arpel, le disparaste.
-Aquí no.
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¿Por qué mentiste,
temías que te delatase?
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Cállate. Ya te lo contaré.
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No te muevas.
:29:28
Tenemos que irnos.
¿Qué hace?
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No está mal. ¿Qué le parece?
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Sí, no está mal. Vamos.
¿Cuánto es?
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-¿El sombrero también?
-Sí, sí.
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A veces me pregunto
si no se da cuenta.
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Oye, ¿no es...? ¿Cómo se llama?
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Viviane Denvert.
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Sí, eso. Viviane Denvert.
:29:55
-¿La conoces?
-Sí.
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A ver, ¿la conoces así así,
o la conoces...?
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Nos conocemos,
¿qué quieres que te diga?
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-Cabroncete, ahora lo entiendo.
-¿El qué?
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Por qué has hecho el viaje.
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¿ Y quién es él?
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¿No le ha reconocido?
El Sr. Beaufort, el ministro.
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Hacen buena pareja, ¿no les parece?
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Cuidado, niños.
Dentro de casa no.
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El ayuntamiento dice
que mandarán más colchones.
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En Burdeos entendemos
de refugiados.
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Primero en 1870,
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luego en 1914...
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Sólo queda la habitación de mi hijo.
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Está por las carreteras, el pobre.
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-¡La colcha!
-Perdón.
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-¿Puedo llamar por teléfono?
-¿A Burdeos?
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Sí. Se lo pagaré, tranquila.
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Venga, está en mi habitación.