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Dios.
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Es él. Este es D.B. Cooper.
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Tiene que serlo.
El paracaídas y el maletín.
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Debió romperse las piernas
al caer y cayó en este pozo.
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Pobre bastardo.
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Y la nieve debió cubrirlo
hasta aquí.
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- Lo encontramos.
- Es él.
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- Increíble.
- ¡D.B. Cooper!
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¿Quién más podría ser?
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El maletín está vacío.
El dinero no está.
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No, miren. Miren que lo sostiene.
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Quemó el dinero para darse calor.
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Cambió cada dólar
por unas horas más de vida.
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- Qué tesoro.
- No, eso es.
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Estar vivos, ese es el tesoro.
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Aquí está él...
el gran D.B. Cooper y su tesoro.
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Y lo encontramos para...
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...recuperar nuestras posesiones
más preciadas.
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Sí.
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Tom.
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Hora de dejar todo atrás
y volver a casa.
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Vamos, Elwood.
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Y bien, jefe, ¿cuál es el plan?
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Primero salgamos de este lugar
de mala muerte y marchémonos.
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No.
Basta de correr.
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Después de todo
lo que hemos vivido...
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...el Dr. Mott ya no tiene qué temer.
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¿Oyeron eso?
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¡Ya no me asustan,
bastardos neandertales!