:44:00
No tiene ninguna cualidad.
:44:02
Eso no lo tienes que
decidir tú.
:44:05
He leído que los salmones nadan
kilómetros para encontrar pareja...
:44:09
...y María ya ha nadado suficiente.
:44:11
María esperará hasta
que el hombre adecuado aparezca.
:44:14
¿Por qué? Yo no esperé.
:44:21
Oh, es el Sr. Davis. No debe
encontrarnos a todas en el recibidor.
:44:24
- Deprisa, mamá.
- Vamos.
:44:32
- Buenas noches, Sr. Acuña.
- Sr. Davis.
:44:35
- ¿Recibió el contrato?
- Si, señor.
:44:37
¿Puedo contar con usted entonces?
:44:39
No se preocupe, la desilusionaré.
:44:51
María, te presento al
Sr. Robert Davis.
:44:54
- Ya nos conocemos, ¿verdad?
- Si. No.
:44:57
Es un... En cierto modo, pero...
:44:59
Traduciremos esa brillante frase...
:45:01
...después de presentarle
al resto de la familia.
:45:09
Le presento a la Sra. Acuña
y a mis hijas Cecy y Lita.
:45:12
El Sr. Robert Davis.
No puede quedarse mucho rato.
:45:15
Siéntese, Sr. Davis.
:45:25
Leí por casualidad una de sus
preciosas tarjetas que envió a María.
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Es una pena que un hombre con tanto
talento esté sin trabajo, Eduardo.
:45:33
¿No se lo ha dicho
el Sr. Acuña?
:45:35
Mañana empiezo a bailar
en la Sala Sky.
:45:38
- ¿Verdad, Sr. Acuña?
- La fecha estaba abierta.
:45:41
- Pero quería decir mañana, ¿no?
- Oh, claro que si.
:45:45
Y le va a encantar trabajar para
papá. ¿A que si?
:45:48
Oh, claro que si.
Casi se me olvida.
:45:53
Son para usted.
Esta vez sin tarjeta porque...
:45:56
Preferiría que me dijera en persona
lo que habría escrito.