:57:03
Deme. Lo firmaré ahora.
:57:05
- Siguen esperando, señor.
- Que se esperen. lré para allá.
:57:09
Ahora vuelvo. ¡Que no entre nadie más!
Y que se vayan esos obreros.
:57:13
Meten demasiado ruido.
:57:17
Ese mono vestido de negro
habla como Díaz.
:57:20
No, tiene razón. Ya no hay guerra.
Lleva tiempo. Hay que cumplir la ley.
:57:24
Leyes. Las leyes no gobiernan,
Sino los hombres.
:57:28
Los mismos que gobernaban antes
están en esa sala. Gozan de confianza.
:57:34
- Hay que echarlos.
- Y recuperar las tierras.
:57:37
- Y si Madero no lo hace. . .
- ¿Qué?
:57:40
Será un enemigo nuestro.
:57:42
Eres su emisario,
un oficial amigo suyo.
:57:45
No soy amigo de nada ni de nadie,
salvo de la lógica.
:57:51
La paz es muy difícil.
:57:55
Mano, ¿qué opinas?
:58:04
Es una buena tierra. ¿Qué hay de malo?
Nunca has cogido nada.
:58:09
¿Resultado? No tenemos nada.
:58:12
Por fin, un poco de tranquilidad.
:58:16
General Zapata, ¿no confía en mí?
:58:22
Tiene que confiar en mí.
:58:24
Le prometo que mi primera
preocupación son las tierras. . .
:58:27
. . .de una vez para siempre.
Para obrar legalmente. . .
:58:31
. . .tiene que haber leyes. No podemos
tener un país armado y descontento.
:58:37
Es momento de dejar las armas.
Ése es el primer paso.
:58:41
Lo primero que le pido es que entregue
las armas y disuelva su ejército.
:58:46
- ¿ Y quién impondrá las leyes?
- El ejército regular, la policía.
:58:50
¡Son los que hemos combatido
y vencido!
:58:54
Deme su reloj.
:58:56
- ¿Qué?
- Deme su reloj.