:06:00
En el ambulancia
grita y maldice...
:06:03
...en lo que parece
chino auténtico.
:06:05
Lo reprimen con
una camisa de fuerza.
:06:09
Cuando emerge del auto
20 minutos después...
:06:12
...increíblemente
ya no es chino...
:06:15
...sino blanco.
:06:17
Los internos, estupefactos, lo meten
en emergencias para que lo examinen.
:06:22
A las 7 de la mañana...
:06:23
...la Dra. Eudora Fletcher,
una psiquiatra...
:06:27
...hace sus rondas rutinarias.
:06:29
La primera vez que oí de
este caso de emergencias...
:06:32
...no pensé nada en especial.
:06:35
La primera vez que lo vi...
:06:37
...fue un poco extraño...
:06:39
...porque lo confundí
con un doctor.
:06:43
Tenía un aire muy profesional.
:06:46
Como joven psiquiatra...
:06:48
...Eudora Fletcher está
fascinada con Leonard Zelig.
:06:51
Convence al personal
conservador del hospital...
:06:55
...que le permitan estudiar
al nuevo paciente.
:06:58
¿ A qué te dedicas?
:07:00
¿ Yo? Soy psiquiatra.
:07:02
¿ Ah, sí?
:07:03
Sí. Suelo trabajar
con paranoicos delirantes.
:07:07
-Explícamelo.
-No hay mucho que explicar.
:07:10
Suelo trabajar
en el continente...
:07:13
...y he escrito bastantes
ensayos psicoanalíticos.
:07:16
Sí, trabajé con Freud en Viena.
:07:19
Aportamos el concepto
del deseo del pene.
:07:22
Freud creía que debía ser
sólo para mujeres.
:07:26
No era cuestión del sentido
que tenía lo que decía.
:07:30
Era una conglomeración de
parloteo de psicología...
:07:33
...que parecía haber oído...
:07:35
...o que le era familiar
por sus lecturas.
:07:37
Lo curioso era que
su presentación era impecable.
:07:40
Podría haber convencido a otro
que no supiera qué pasaba.
:07:45
¿Quién era este Leonard Zelig
que parecía engendrar...
:07:48
...tan diversas impresiones
en todas partes?
:07:51
Lo único que se sabía de él
era que era el hijo...
:07:54
...de un actor yiddish
llamado Morris Zelig...
:07:57
...cuya representación
de Puck...
:07:59
...en la versión ortodoxa de
Sueño de Medianoche de Verano...