:10:08
- Son unas niñas preciosas, Nick.
- Sí, son adorables.
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¿Sabes? Un hombre que tiene hijos
es afortunado.
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Pero teniendo un padre como tú,
yo no diría que ellas sean muy afortunadas.
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No, Nick,
tus hijas no tuvieron mucha suerte.
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Me encargaré de mi familia...
a mi manera.
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¿Manteniendo la boca cerrada
y yendo a la cárcel?
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¿Sabes por qué lo haces?
:10:37
Porque tienes el viejo complejo
del maleante: No hablar.
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Abandona a tus hijas.
Que se mueran de hambre.
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Que tu casa se venga abajo.
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Pero no delates a unos miserables maleantes
que no moverían un dedo por ti.
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- Odio a los sinvergüenzas.
- ¿Y por qué pierde el tiempo conmigo?
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Porque cualquiera que tenga
dos hijas así no es un sinvergüenza.
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Deshonesto, sí. Estúpido, sí.
Descarriado, sí.
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Pero no es uno de esos miserables
que no deberían pertenecer a la sociedad.
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Son dos pequeños seres humanos
normales y decentes.
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- ¡Deme eso!
- Ningún sinvergüenza podría crearlas.
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- No quiere cooperar, ¿eh?
- ¡No!
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Te enfrentas al juez Halstead.
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- ¿Lo conoces?
- Sí.
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Te impondrá la pena máxima
si no cooperas.
:11:21
No hay trato.
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Nos vemos en el juicio, Bianco.
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- ¿El abogado de Nick Bianco?
- Sí.
:11:41
Por aquí, por favor.
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- ¿Cómo estás, Nick?
- ¿Cómo está, Sr. Howser?
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Bien, hijo. Siéntate. Siéntate.