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¿La lealtad?
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¿El amor?
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Quizá el hábito, a veces la pasión,
nuestros hijos.
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Al nuestro lo unía
el dolor.
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No quedaba mucho más.
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¿Ya no la amaba?
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Digo que, a veces,
el amor no es suficiente.
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Leon.
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¿Dónde diablos estabas?
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Un hombre llamó diciendo
que su esposa vio a un vecino
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arrojar un zapato a un baldío
la noche que Valerie desapareció.
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Ella tiene el zapato.
Es de cuero, negro.
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¿Adónde vamos?
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- Esto podría ser difícil.
- ¿Por qué?
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Yo conozco a la mujer.
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Ay, Dios.
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- Detective Claudia Weis.
- Leon.
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- Bebimos juntos la otra noche.
- ¿Cómo estás?
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Bien.
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Mejor pasan.
Mi esposa está muy alterada.
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Jane, es la policía.
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- Estos son Leon y...
- Claudia.
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- y Claudia. Jane.
- ¿Ese es el zapato?
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Sí.
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No debería haber tocado
el zapato,
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- ¿Sra...?
- O´May.
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Jane O´May.
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Bien, Sra. O´May,
no debería haberlo tocado.
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Pues lo hice.
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Sí, pero no debió
haberlo hecho.
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Pero lo hice, ¿no?